viernes, 31 de mayo de 2013

Capítulo 25 - Cambio de vida

NARRA VIRGINIA:

-Ey, Virginia, despierta cariño, despierta.-dijo la voz de mi madre.

Yo entreabrí lo ojos y pude ver mi antigua habitación, casi toda vacia. 
-Venga, hoy te vas a Londres y tienes que coger el avión.

Me froté los ojos para intentar despertar, pero me era imposible. Parecía que acababa de despertar de un sueño dulcísimo.
-Pero, yo ya tengo que estar en Londres, cogida de la mano de Zayn...Y Belén...
-Belén acaba de llamar diciendo que te recoge en media hora, asi que date prisa y baja a desayunar.

Me vestí a regañadientes y bajé aún sin creerme lo que estaba pasando. Miré el calendario de la cocina: 10 de Junio. ¿No estábamos en diciembre hace unas horas?

Cogí unas tortitas y un café y me lo llevé al sofá. Marina, Sandra, Maria, Miriam, Taylor, Belén... Todas ellas existían en realidad, no eran fruto de mi imaginación. Sin embargo, todo lo que había pasado, ¿era mentira?

Llamaron al timbre justo cuando me terminé el café, y fui yo a abrir la puerta. 
-¿Preparada?-dijo Belén
-Si, hay muchas cosas que te quiero contar.
-Pues despídete y nos vamos.

Abracé a mi madre y a mi hermana y me monté en el coche, dejando las maletas en el maletero. 
-¿Y qué era eso tan importante que me tenías que contar?
-Créeme, va para rato.

Empecé a contarle todas las cosas que habíamos vivido con los chicos, desde el encuentro con Louis en el aeropuerto hasta la pedida de matrimonio de Harry a Marina. 
-Pues si se cumpliera, sería la chica más feliz del universo.
-Ojalá-dije suspirando.

Al llegar al aeropuerto, no vimos a nadie, ni a los chicos ni a las fans. Y bueno, en el avión tampoco, ni siquiera estaba Marina para hacernos compañia.
-Es que todo parecía tan real...
-Bueno, esto es el comienzo del resto de nuestra vida, ya se verá lo que pasará.

Al desembarcar del avión, nos fuimos directas a la Universidad, en la que tampoco estaban inscritos los chicos. 
-Aún queda tiempo Virginia, no te impacientes.

Nada más desempaquetar las maletas, nos fuimos a conocer a nuestra compañera, Ana, y al terminar, me cogí mi chandal y me fui a correr por fuera.

Iba tan preocupada por todo, que no me di cuenta de que un moreno venía directa a mi. Los dos chocamos y nos caímos al suelo.
-Perdoname, que patoso soy.
-No, la culpa ha sido mía, no te he visto. 
-Estás bien seguro? 
-Sí, gracias. 
-Por cierto, soy Zayn.

Y entonces me fijé en su cara, y en efecto, era Zayn, Zayn Malik, el de mis sueños.
-No espero que me creas, pero estoy seguro de que nos hemos visto antes.
-Sí, puede ser, soy de rasgos comunes-dije yo
-No, en alguna especie de sueño que he tenido hoy, salías tú, estoy seguro.
-Pues no espero que me creas, pero yo también he soñado contigo hoy.

Los dos nos miramos por segunda vez y nos sonreímos. Que dulce era el final, el final del principio.



domingo, 14 de abril de 2013

Capítulo 24-This.

NARRA VIRGINIA:

¿Qué estaba haciendo yo en casa de Zayn? Entonces intenté recordar sobre lo ocurrido la pasada noche, pero el dolor terrible de cabeza no me dejaba pensar. Estaba indudablemente en su cama, pero no había indicios de que hubiera pasado algo. Entonces vi a Zayn asomándose a la habitación y yo me hice la dormida.
-¿Aún duerme?-le oí decir.

Se acercó a mi y se echó a reír.
-Sí, aún duerme.
-Déjala dormir, es pronto.

¿Quién narices era la que estaba con Zayn? Era una chica seguro, ¿pero quién? Abrí un ojo un poco, y pude ver a una morena saliendo de la habitación.

Me levanté de la cama y miré el reloj: las 12:34. 'Sí, muy pronto'-pensé. No llevaba la falda, supuse que Zayn me la habría quitado para que durmiera mejor. Eché un vistazo a la habitación y encontré mi falda extendida en una silla. Me la puse y me hice un moño desecho.

Salí de la habitación y bajé las escaleras, guiada por el sonido de sus voces. Entré en la cocina y me senté en un banqueto.
-Buenos días Virginia. Esta es Jane.
-Encantada-dijo ella tendiéndome la mano. Era una chica muy guapa de ojos verde intenso, que vestía muy bien.
-Igualmente-dije con una media sonrisa.
-Bueno Zayn, me voy ya a casa.
-¿No te quedas a comer?
-No, tengo que ayudar a mi padre. Ya nos vemos.

Los dos se dieron un abrazo y Jane se despidió de mi con una sonrisa.
-¿Quién es?
-Una vieja amiga.
-Vale-dije enfadada, aunque no tenía motivos para estarlo. Zayn no era mi novio, pero estábamos a poquito de serlo.
-No estés enfadada, tu eres la única.
-¿Ahora te gusto?
-Siempre me has gustado, pero lo escondía. Tenía miedo.
-¿Miedo a qué?
-A que me rechazaras.
-¿Me estás pidiendo que sea tu novia?
-Podría ser. ¿Qué dices?
-Que creo que vamos a hacer la pareja más bonita de este mundo-dije abrazándolo.

Él me sonrió y yo le besé. Zaynia, nuestra pareja.

NARRA MARINA:

-¿Y si hacemos un viaje antes de casarnos?-propuso Harry mientras hacía el zumo de naranja.
-¿A dónde me llevarías?
-A Tailandia.
-He oído que es precioso.
-Mis padres fueron, y dicen que les encantó.
-Entonces que, ¿lo hacemos? ¿Nos vamos a Tailandia?
-Por supuesto.

Después de desayunar, Harry me llevó a la Universidad para que me pudiera cambiar de ropa.
-Vamos ya-dije montándome en su nuevo audi.

Llegamos a una calle bastante llena de gente y aparcamos en una plaza privada. Salimos del coche y Harry me cogió de la mano.

Después de un rato aguantando a directioners que querían fotos entramos en una tienda de viajes. Harry hablo con un tal Max y pagó todo el viaje. Una semana en una ciudad desconocida, alejados del mundo.
-Te quiero mucho, en serio-dije sonriéndole.

Salimos de la tienda, y de nuevo una oleada de fans vino a hacernos fotos. Nosotros nos metimos en una heladería y el chico que llevaba el local, que conocía a Harry, cerró las puertas.
-No tienes por qué Justin, no nos molestarán mucho más.
-No tio, ahora que no está mi padre al mando, puedo hacer lo que quiera con la heladería. Bueno, ¿quién es tu amiga?
-Es Marina. Marina, este es Justin.
-¿Es esta tu prometida?
-Así es, ¿es preciosa verdad?
-Sí que lo es-dijo dándome la mano. Encantado Marina, un placer conocerte.

Yo le enseñé una sonrisa sincera y nos tomó nota. Un helado grande de chocolate con muchos toppings de colores por encima para los dos.
-Entonces, ¿estás contenta por lo de la boda?
-Sí, no podría estar mejor, pero aún tengo que hablar con mis padres.
-¿Aún no se lo has dicho?
-No, ¿tu si?
-Sí, creía que ya habías hablado.
-Pues no, hoy los llamo.
-Más te vale enana, no quiero casarme sin que tus padres lo sepan.

Harry se acercó a mi y me dio un beso.
-Siempre, ¿vale?
-Claro-dije volviéndole a besar.

NARRA MARIA:

Pues nunca cambiaría a Liam por nada en este mundo. Toda la semana había estado muy enferma, y el había estado cuidándome y trayéndome rosas y leyéndome cuentos para que no pensara en mi gripe. Ya era sábado, y ya estaba bastante mejor con respecto a la semana pasada.

Estaba en la cama de mi habitación cuando me llamaron al móvil.
-¿Diga?
-Hola cielo.
-Hola, Liam, ¿qué pasa?
-¿Es que ahora tengo que tener un motivo para llamar a mi novia?
-Deberías, aunque solo fuera para decirme 'Buenos días'.
-No, eso ya lo hago personalmente.

Liam dejo comunicar la llamada y seguidamente llamaron a mi puerta. Yo deje que entrara y vi a Liam con una caja de bombones y una radiante sonrisa.
-Buenos días princesa-dijo dándome un beso en la frente.
-A esto me refería, pero no hacían falta los bombones, de verdad.
-Aún estoy a tiempo de devolverlos-dijo riendo.
-No, creo que los disfrutaremos.
-¿Y dónde quieres disfrutarlos?
-En un sitio en el que estemos a solas.
-Pues conozco un parque que te va a encantar.

Liam me dio un tiempo para vestirme y cuando terminé, salimos de la Universidad en busca del parque.

Caminamos unas cuántas calles hacia arriba, y luego otras pocas hacia abajo. Por fin llegamos al parque, llamado Bridgesty Park. Era el típico parque inglés abarrotado de gente con perros, montando en bici o volando cometas.
-Es precioso.
-¿De verdad te gusta?
-Me encanta.
-Pues aún no has visto el viejo sauce.

Liam me agarró de la mano y me guió hasta un gran y retorcido árbol cuyas hojas estaban para abajo.
-Aquí es.

Yo me acerqué al sauce y comencé a dar vueltas alrededor de él. Elegí un recoveco del árbol para sentarme e invité a Liam a imitar mi acción.
-¿Los abrimos ya?

Poco a poco, desenvolví la caja de bombones y quité la tapa. Primero cogí uno de chocolate negro que por dentro tenía frambuesa. Luego, Liam, cogió uno de chocolate blanco con naranja confitada por encima. Así fuimos cogiendo los 40 bombones que había en la caja, casi sin darnos cuenta de que había empezado a nevar.
-Mira María.

Miré la dirección del dedo de Liam, y en efecto pude ver que el suelo estaba cubierto de una leve capa de nieve.
-Esto es precioso.
-Vamos a pasar las mejores navidades del mundo.
-Eso no lo dudes-dije antes de besarle.

NARRA MIRIAM:

Mi relación con Niall parecía haberse estancado en un bache, porque ni avanzaba ni retrocedía, tan solo estábamos en el punto de 'más que amigos pero menos que novios'.

Alcancé mi móvil en el momento en el que 'Back for you' empezó a sonar.
-¿Sí?
-¿Qué tal Miri? Soy Niall
-Ah, hola Niall, ¿qué pasa?
-¿Te apetece hacer algo que no hayas hecho nunca?
-¿Y esto?
-¿Quieres o no?
-Venga, de todos modos algún día me tendría que morir.
-Paso a recogerte en media hora-dijo después de una carcajada.-Ponte algo cómodo.
-Estaré esperándote.

Me pasé al baño y me vestí, haciéndome un moño alto como peinado. Me di un poco de maquillaje: rímel y gloss rosa.

A la media hora exacta, vino Niall a recogerme.
-¿Preparada?
-¿Para morir? Sí es a tu lado sí.

Nada más decir eso, me di cuenta del error que acababa de cometer. Niall, que me había tendido el brazo, lo bajó rápidamente y me miró extrañado.
-¿Qué?
-Nada, nada. ¿Nos vamos?
-No, ¿que te pasa por la cabeza?

Niall se sentó en la cama y yo me senté junto a él.
-Me gustas Niall, me gustas mucho. Antes de que diga nada, no quiero que este perjudique a nuestra amistad, no quiero estar sin ti-dije empezando a llorar.
-Ee, pequeña, yo siempre estaré contigo-dijo pasándome el brazo por los hombros.- Podemos intentarlo.

Yo levanté la vista y le miré a sus ojos. Unos ojos azules que harían enamorarse a cualquier chica. No entiendo como Virginia pudo cortar con él.
-¿Lo dices de verdad?
-Sí, eres guapa, lista y tienes una gran personalidad.
-Entonces intentémoslo-dije besándole.
-¿Nos quedamos aquí?
-Sería perfecto, créeme.

Me tumbe en la cama y Niall hizo lo mismo, abrazándome.
-Gracias-dije sonriendo.
-¿Por qué?
-Por hacerme feliz-dije apretándome a él.

NARRA SANDRA:

-¿Pues quedar hoy?
-Hoy no Austin, tengo la boda de mi prima.
-¿Y te vas a ir a España?
-No, la celebra aquí en Londres.
-Está bien. ¿Quieres que te lleve?
-Vale. Si quieres vente, así no me aburriré tanto.
-¿En serio? Pues voy a vestirme, tengo un esmoquin perfecto.

Colgué el móvil y me metí en el baño para vestirme. Cuando Austin llegó yo estaba aún cambiándome.
-¿Sandra?
-Estoy vistiéndome, pero estoy feísima.
-Que va, seguro que estas preciosa.

Salí del baño con mi vestido azul y Austin esbozó una sonrisa.
-Ves, lo que te decía, preciosa.
-Déjate de tonterías y vámonos ya.

Cogí una chaqueta blanca que había sobre la silla y me cogí del brazo de Austin. Salimos de la Universidad y Austin me enseñó su bonita moto.
-¿No me llevarás en eso no?
-Por supuesto que sí, no tengo coche.
-Oh no, yo me cojo el autobús.
-Venga San, no seas miedosa, yo te protegeré.

Austin se montó en la moto y me tendió la mano para que hiciera lo mismo. Yo me senté en el sillín de atrás y me agarré a su cintura.
-Me vas a ahogar, relájate.

Yo afloje un poco la fuerza de mi abrazo, pero cuando Austin arrancó la moto volví a agarrarle muy fuerte.
-Está bien.

Entonces me sentí bien. Me sentí libre, me sentí enamorada, pero mas que de él, de la situación. Conducíamos por una carretera sin apenas coches y llena de árboles sin hojas. La nieve había empezado a caer, lo que agradaba aún más mi estado.
-¿Vas bien ahí atrás?
-Mejor que nunca-dije con una sonrisa.

(...)

-¿Bailas?-me preguntó Austin con una sonrisita.
-Me encantaría.

Bailamos durante un rato como dos tontos, hasta que llegó el momento de bailar 'Shape of my heart' de Sting. Yo le agarré el cuello y apoyé mi cabeza en su hombro, mientras él me cogía de la cintura. Justo antes de que acabara la canción, Austin me susurró al oído:
-Que sepas que aún te quiero.

Yo le miré y pude ver su sonrisa.
-¿A pesar de todo?
-A pesar de todo.

Entonces quitó sus manos de mi cintura, me cogió de la barbilla y me besó.

NARRA BELÉN:

Ya eran las 20:46 de la tarde cuando Louis llamó a mi puerta.
-Princesa, ¿te vienes a ver Londres de noche?
-¿Ahora?
-¿Cuando si no? Vístete, yo te espero aquí.

Me metí en el baño después de coger la ropa y me vestí, dejándome el pelo suelto.
-Vámonos.

El sitio al que íbamos no estaba muy lejos, por lo que fuimos andando. Louis me cogió de la mano y yo me apoyé en su hombro.

Cuando llegamos, Louis pagó los tickets y nos montamos en la noria. The London Eye.

Desde aquí se veía todo Londres, que de noche, tenía aún más atracción. Las luces iluminaban los caminos, y solamente había un par de parejas caminando por ellos.

Cuando estábamos en el punto más alto, Louis me abrazó por detrás y me acarició la barriga.
-A nuestro hijo le va a encantar Londres-dijo sonriendo.
-¿Qué quieres que sea, niña o niño?
-Me da igual, con que seas tu la madre me sirve.

Me di la vuelta y le di un beso.
-Si es niña, Alice, y si es niño, Diego. ¿Quieres?
-Claro, son nombres preciosos.

Luego, nos sentamos a ver las maravillosas vistas mientras hablábamos del hijo que íbamos a tener.

(...)

-Hoy es noche de estrellas.
-Mira, esa, la que brilla tanto, esa es mi estrella.
-Es tan bonita como tú Belén.
-Oh, gracias-dije sonriendo.-¿Tu no tienes estrella?
-¿Para que iba a necesitar una, si ya te tengo a ti?

De nuevo sonreí, y esta vez me tiré sobre él. Una vez que me volví a tumbar en el césped del parque, nos fijamos en que había estrellas fugaces.
-Hoy es nuestro día de suerte. Pide un deseo.
-Hecho-dije tras un tiempo meditando.
-¿Qué has pedido?
-Si lo cuento, no se cumple, y desearía que se cumpliera.

Y es que, lo que había pedido, era una vida junto a Louis, nada más que eso.



domingo, 17 de marzo de 2013

Capítulo 23-Fiesta

23.11.13 / 20:37

NARRA VIRGINIA:

Desde el domingo pasado había estado hablando casi todos los días con Zayn, de echo parecía que había algo entre nosotros, algo que yo intentaba ocultar.

Justo cuando salía de la ducha, Zayn me llamó.
-¿Virginia?
-Sí, dime.
-Nos han invitado a los chicos y a mi a una fiesta. ¿Te vienes?
-Por mí sí. ¿Aviso a las demás?
-Los chicos ya las están llamando-dije, y yo comprobé que Marina y Belén estaban al teléfono también.-¿Entonces te vienes?
-Espera-mire a las chicas y asintieron con la cabeza.-Vale, vamos.
-Genial, os recogemos en media hora.

Me cogí una camiseta y una falda y la combiné con unos tacones negros que me había comprado y una chaqueta negra. Iba bastante apañada.

Marina optó por un vestido precioso azul y rosa y se recogió el pelo en una trenza. Belén también se puso un vestido y un abrigo de pelo negro, y se puso un moño con unas diademas.

Miriam vino sola, ya que María estaba con gripe y no tenía fuerzas para venir.
-¿Y Sandra?
-Desde que se enfadó con Austin esta insociable-dijo Miriam.
-Ah, guay. Zayn me acaba de mandar mensaje para que bajemos, vamos.

Las cuatro chicas bajamos por el ascensor, listas para pasarnoslo bien.

NARRA SANDRA:

No me apetecía quitarme mi pijama rosita para ponerme algo de fiesta, y menos para ir a una fiesta de esos chicos pijos que tienen todo el dinero del mundo.

Me recogí el pelo en una coleta y alcancé mi móvil, justo cuando llamaron a la puerta.
-Abre tú-dijo Miriam, que se estaba dando los últimos arreglos.

María estaba en la cama, con un tazón de leche caliente, por lo que noté que las palabras de Miri iban para mí.
-Voy-grité antes de abrir la puerta.-Tú-dije al ver al visitante.
-Si, yo. No te alegras de verme?
-No se, te alegras tu de verme Austin?-dije antes de cerrar la puerta, creando una barrera entre él y yo.

Me senté en la cama mientras Austin seguía llamando a la puerta. María me miró interrogante pero yo no le hice caso.

Miriam, en cambio, si hizo caso a los sonoros golpes de Austin y salió del baño a abrirle la puerta.
-Austin, pasa. Te dejo con Sandra, que yo ya me voy.

Miriam se fue, y Austin entró en la habitación. Se hizo un hueco en la cama y se sentó a mi lado.
-No debería estar yo enfadado?
-Por qué?
-No se, me rechazaste.
-Y tu te fuiste corriendo, quedé fatal delante de todo el centro comercial-dije levantando el tono de voz.
-Bueno, pero yo no te rechacé.

Un silencio reinó en la habitación, que solo fue interrumpido cuando María empezó a toser.
-María, te llevo a enfermería?
-Sí, me siento fatal-dijo con la voz ronca.

Levanté a María de la cama y dejé que me rodeara el cuello con las manos. Miré a Austin, que jugaba entretenido con una revista.
-Nos ayudas?

Él se levantó de la cama y paso el otro brazo de María por su cuello.
-Venga, vamos.

Recorrimos todo el pasillo hasta llegar a la enfermería y dejar a María en la camilla. La enfermera nos dedicó una sonrisa y nos sacó de la habitación.
-Aquí estará bien-dijo ella.

Austin me acompañó hasta la habitación, a pesar de que le dije que se fuera.
-Me dejas entrar?-dijo él poniendo un pie en la puerta para que no se cerrase.
-Venga, pasa-dije entre suspiros.-Estoy harta de esta situación. Nos perdonamos y ya está?
-Totalmente de acuerdo-dijo con una sonrisa.

Austin abrió los brazos y yo me lancé a él. Estábamos tan bien, que casi no oí el sonido de la puerta abriéndose.
-Interrumpo algo?

Liam, que inoportuno era.
-No, que quieres?-no me caía demasiado bien.
-Qué tal está María?
-Estaba peor y la hemos llevado a enfermería.
-Vale, gracias-por el tono de su voz entendí que a él tampoco le caía yo muy bien.

Liam salió de la puerta y nos quedamos otra vez solos.
-Bueno San, me voy ya.
-Por qué?
-He quedado para jugar al basquet con los chicos.
-Esta bien, ve. Me alegro de que ya estemos bien.
-Y yo.

Me volvió a dar un abrazo y se marchó.

-------En la fiesta-------

NARRA MARINA:

Estábamos en casa de un amigo de los chicos, rodeados de adolescentes borrachos.

Las chicas bailaban en el centro del salón al ritmo de la música, que sonaba muy alta. Yo estaba en el sofá, con una copa en la mano y un dolor de cabeza terrible.
-Te pasa algo?-pude oír a Harry.

Me giré y pude comprobar que, en efecto, era él. Me levanté del sofá y me hubiera tropezado sino hubiera estado Harry para cogerme.
-Ee, ten cuidado borracha.
-No estoy tan borracha Harry.
-No que va. Quieres bailar?
-Me parece que no, tengo un dolor de cabeza.
-Salimos a fuera entonces?
-Claro.

Una piscina enorme nos esperaba en el jardín, solo para nosotros. Harry me miró un segundo y supe lo que se proponía.
-No, Harry, ni se te ocurra.
-Si no quieres, no te tiro. Pero quiero que sepas que es agua caliente y que ya se nadar muy bien.

Una risita se me escapó y miré el agua. Si que estaba apetecible.
-Espera, tu amigo tiene alguna hermana?
-Sí, una, de 17.
-Perfecto, ahora vuelvo.

Subí las escaleras y abrí una puerta que tenía una incripción: Charlotte. Era una habitación de chica, hecha toda de cosas rosas. Abrí un cajón en el que ponía 'bikinis' y me puse uno que encontré. También cogí dos toallas del baño y me puse una por los hombros.

Bajé las escaleras y volví con Harry a la piscina.
-Me has traído bañador?
-Uy, no, se me ha olvidado. Quieres que vaya a por uno?
-No, déjalo. Nos bañamos?

Yo me quité la toalla y me tiré de cabeza al agua. Harry se quitó la camisa y los pantalones y se metió conmigo.

Él se sentó en una escalera y yo me puse encima suyo.
-Aún no me has dado un beso de buenas noches-dijo Harry.
-Toma tu beso-dije besándole.
-Eres preciosa.
-Tu eres precioso. Te quiero.

De pronto Louis y Belén vinieron por la puerta. Ellos también habían tenido la idea de coger un bikini y un bañador de su amigo y su hermana.

NARRA BELÉN:

-Venga, ya habéis estado un ratito. Ahora iros de aquí ya- dijo Louis.
-De eso nada, nos quedamos aquí. Si queréis podéis uniros a nosotros.
-Hacernos un hueco-dijo Louis antes de saltar al agua.

Louis y yo ya habíamos tenido la charla del hijo, y estaba muy feliz. Me dijo que lo cuidaría y que daría lo que fuera por hacerle feliz. Sería un gran padre.

Yo miré a Louis y él comprendió lo que me pasaba.
-Oh, vaya se me había olvidado.

Louis me cogió de la mano y me llevó cuidadosamente por las escaleras.
-Qué pasa Belén?-dijo Harry.
-Cosas de mujeres-dijo Marina.
-No Harry, estoy embarazada.

Harry soltó a Marina y se acercó a mi.
-Osea, que hay ahí dentro un mini Louis-dijo señalando mi tripa.

Marina le dio un codazo, pero yo me reí.
-Exactamente. O puede que un mini desconocido-dije riendo.

Louis me miró interrogante y se alejó. Yo le cogí del brazo y le abracé.
-Es broma. Te quiero mucho.
-Yo también te quiero.

Nos dimos un beso y salimos de la piscina.
-Bueno, nosotros nos vamos tortolitos. Os dejamos la piscina, no os quejéis.

domingo, 10 de marzo de 2013

Capítulo 22 - 17.11.13

NARRA VIRGINIA:

Tenía que hablar urgentemente con Zayn. Lo extrañaba muchísimo, ya que llevábamos mucho sin hablar. Cogí lo primero que encontré y me fui a hablar con él.

Anduve unos pasillos y llamé a la puerta.
-¡Pasa!
-Liam, ¿sabes dónde está Zayn?
-Me parece que ha salido a comprar, pero luego se iba a su casa, osea que ve allí.
-Vale, gracias-dije sonriendo.
-¿Necesitas que te lleve?
-No hace falta, me cojo un taxi.
-No tengo nada mejor que hacer, estoy leyendo-dijo enseñándome la portada del libro.
-Bueno, pues vamos.

(...)

-¿Seguro que no quieres que me espere contigo?
-No, cuando venga prefiero estar a solas con él.
-Ah, ¿entonces molesto?
-Un poquito solo-dije sonriendo.
-Bueno, pásalo bien. Adiós-dijo dándome un abrazo.

Me senté en el porche y empezó a nevar. Unos minutos después vino Zayn.
-¿Virginia? ¡Pero que haces ahí fuera! ¡Está nevando!

Yo cogí mi bolso y me metí en su casa. Él me echó un abrigo sobre los hombros y me senté en el sofá.
-¿Qué hacías ahí fuera?
-Necesitaba hablar contigo.
-Pues cuenta, ¿qué pasa?
-No, nada en especial, solo quería oír tu voz.
-No hacía falta que te cruzaras medio Londres para oír mi voz, podías llamarme.
-No, no es lo mismo.

Zayn se sentó a mi lado y me pasó el brazo por los hombros.
-¿Has entrado ya en calor?
-Sí, aunque un chocolate caliente me vendría bien.
-Te vendría mejor un super abrazo de los míos, ¿no crees?
-Me quedo con el chocolate, gracias-dije riendo.

Él se echó encima mío y me abrazó. Después me dio un beso en la frente y volvió a su posición inicial.
-¿Qué? ¿Mejor no?
-Sí, ha sido un buen abrazo.
-¿Y te apetece hacer algo hoy?
-Solo dormir, hace mucho que no duermo bien.
-Pues súbete arriba, yo no tengo demasiado sueño, la verdad.
-Al menos acompáñame, ya no me acuerdo de como es tu casa.

Subimos las escaleras y llegamos a su habitación. Dejé el abrigo y las botas en un rincón y me tumbé sobre la cama.

Zayn me dio un besó en la mejilla e hizo el amago de irse, pero yo le detuve.
-Te puedes quedar aquí. Túmbate si quieres.
-Ya te he dicho que no tengo sueño. ¿Quiéres una manta?
-Sí, por favor.

Él bajó las escaleras y las volvió a subir con la manta encima. La desdobló y la extendió sobre mi cuerpo.
-Vente- dije señalando un espacio al lado mío.- No va a pasar nada.

Y no pasó nada, solo un juego de caricias y abrazos cariñosos, que dieron lugar a un beso insesperado.

NARRA SANDRA:

Tenía que reconocer que lo de ayer fue bastante raro, pero es que desde entonces, cada vez tenía más ganas de ir a hablar con él. Le llamé:
-¿Austin?
-Hola Sandra. Aún sigues enfadada por lo del beso?
-No, tampoco fue para tanto-mentí.
-Te encanto y lo sabes.
-Bueno, ¿te apetece quedar hoy?
-Sí, claro. ¿En dónde?
-¿Te apetece ir a un centro comercial? Tengo que comprar ropa.
-No me apetece nada, pero bueno, para que me perdones... ¿A qué hora?
-¿Te apetece ahora?
-Está lloviendo, pero vale. Hasta ahora.
-Adiós.

Me vestí, estaba vez comprobando que no iba muy ligera de ropa. Cogí mi bolso y mi móvil justo cuando llamaron a la puerta.
-Uy, que guapa te has puesto para verme.
-No para verte a ti, para ver a los chicos del centro comercial.
-Claro, claro.
-Anda vamos.

(...)

----En una cafeteria----

-Bueno, al final has comprado bastantes cosas.
-Sí, he gastado todos mis ahorros.
-No me extraña. ¿Cuántas bolsas tienes? ¿7?
-Solo cinco, no exageres.
-Cuidado, dos menos.
-Pues sí, dos menos.

Un silencio reinó en la mesa y yo me bebí mi café.
-Por cierto, ¿que sentiste ayer?
-¿Ayer? ¿Cuándo?
-Cuando te besé.
-Ah, eso-hice una pausa y volví a hablar.- Pues me gustó, bastante.
-¿Por qué no lo intentamos?
-¿Cómo novios?
-Austin-dije cogiéndole la mano- solo fue un beso. Nada más. No me gusta ir tan rápido, entiéndelo.
-Pero si acabas de decir que te había gustado.
-Pero es que solo fue un beso. Estamos tan bien así que no quiero estropearlo.

Él dio un golpe en la mesa y se marchó. Yo intenté retenerle, pero sus fuerzas doblaban a las mías.
-¡Austin! ¡Vuelve!

Cogí mis cosas y corrí tras él.

NARRA MARINA:

Tenía ganas de hablar con Harry de la boda, muchas, así que quedamos para vernos en su casa. Me vestí y cogí un paraguas. Bajé al piso de abajo y llamé a un taxi.

(...)

-Ding, dong- sonó el timbre
-Pasa-dijo Harry abriendo la puerta.

Yo le di un beso y él me abrazo.
-Ven, siéntate.

Harry cogió el ordenador y se sentó en el sofá. Yo me senté a su lado y pasó el brazo por mis hombros.
-¿A dónde te gustaría ir de luna de miel?
-A un lugar romántico.
-¿Te apetece París?
-Es demasiado común. ¿Oslo?
-No, ya fui una vez y no me gustó.
-¿Nueva York?
-Demasiado ruido.

Estuvimos un buen rato diciendo ciudades, pero ninguna parecía de nuestro agrado.
-Espera, tengo una idea.

Harry se levantó y se fue a la cocina. Cuando volvió tenía en la mano un folleto. En la portada pude ver una isla preciosa rodeada de un mar turquesa.
-Bora Bora- dijo sentándose de nuevo.
-Perfecto.

Él me besó y me revolvió el pelo.
-Harry, ¿no te parece que somos muy jóvenes?
-¿Tantas dudas tienes de nuestro matrimonio?
-No, no es eso...Es que tenemos 18 y 19.
-Bueno, pero nos queremos, eso es lo único importante.

Harry me volvió a abrazar y yo me tumbé sobre su pecho.

NARRA BELÉN:

Ayer al final no pude quedar con Louis porque me encontraba fatal. Hoy tenía que ir al médico, y Miriam decidió acompañarme.

Cogimos un taxi y en una media hora llegamos al hospital. Preguntamos en recepción y fuimos a la habitación 5. Llamé y pasé.
-Buenos días Belén. Hoy era el día libre del doctor, así que estoy yo. Me llamo Charlotte. ¿Quién es tu amiga?
-Miriam-dijo ella estrechándole la mano.
-Bueno, ¿estás lista?
-Sí, creo.

Charlotte me señaló la camilla y yo me tumbé en ella. Me subió la camiseta y me echó una crema.
-Mira a la pantalla.

Y en la pantalla pude ver un cuerpecito difuminado. Creía que me desmayaba, pero Miriam me apretó de la mano a tiempo.
-Sí, estás embarazada.

A punto de desmayarme, recogí mis cosas y salí de la habitación con Miriam. Ella estaba tan sorprendida como yo.
-¿Qué vas a hacer?
-Hablar con Louis.
-¿Y luego?
-No lo sé-dije empezando a llorar.

Cuando salimos del hospital cientos de fotógrafos nos fotografiaron. Yo me puse el bolso en la cara y corrí al taxi, que nos estaba esperando.
-Arranca ya.
-¿Mal día ee?
-Malísimo-dije aliviada, ya que habíamos dejado atrás a los fotógrafos.

Hubo un instante de silencio y después Miriam empezó a hablar.
-No te preocupes por eso, Louis...
-Louis nada-dije cortándola.- No hablemos de esto más.

Sabía que en algún momento tendría que hablar con él, y tenía que reconocer que estaba asustada.








domingo, 17 de febrero de 2013

Capítulo 21 - Unusual

NARRA BELÉN:

Cada vez me sentía peor. Me dolía la tripa y casi siempre tenía ganas de vomitar. Este mes no había tenido la regla, pero no había preocupado ya que había algunos meses que no me bajaba.

Entonces empecé con mis peores sospechas. No podía estar embarazada, hace un meses me hice el test y dio negativo. Tendría algún virus, seguramente fuera eso.

De todas formas, tenía que ir al médico, y lo más importante, llamar a Louis. Cogí mi móvil y marqué.
-¿Louis?
-Dime cielo.
-¿Podemos quedar hoy?
-Claro. Conozco un restaurante muy bonito. Está un poco lejos, pero merece la pena.
-A las 7 pásame a buscar.
-Hasta luego princesa.

Tenía que reconocer que estaba de los nervios. Mi pequeño 'problema' solo lo conocían Virginia y Marina, pero es que con ellas era más fácil hablar.

Me apetecía dar una vuelta, por lo que me vestí y me ricé el pelo. Virginia también se vino, pero Marina prefirió quedarse en casa.

(...)

-¿Y cuándo piensas decírselo a Louis?
-Hoy hemos quedado para ir a cenar, supongo que hoy se lo diré.
-¿Y no sería mejor comprobarlo antes de decírselo?
-Eso ya lo hice la anterior vez, y no me pareció justo.
-Bueno haz lo que te plazca.

Seguíamos andando por el parque, cuando me dieron unos pinchazos en la tripa. Yo me encogí sobre mi misma y me paré en seco.
-¡Belén! ¿Estás bien?
-Me estoy mareando-dije antes de desmayarme.

(...)

Poco a poco abrí los ojos, y me vi en una habitación blanca, tumbada sobre una camilla. Nada más despertarme, Virginia se acercó a mí y me contó lo sucedido.
-Louis está en camino. He llamado a tus padres, pero ya les he tranquilizado.
-¿Y por qué me he desmayado?
-No tengo ni idea, el médico te tiene que hacer pruebas.
-¿Pruebas? ¿Para qué? Solo ha sido un simple desmayo.
-Piensa, ¿por qué te has desmayado?
-No creo que sea del embarazo, si lo dices por eso.

Louis apareció por la puerta con un ramo de rosas naranjas, mi color favorito, y me dio un beso en la frente. Yo hice un amago de levantarme, pero el me frenó.
-No conviene que te levantes. ¿Qué ha pasado?
-Un simple desmayo. El médico me da hoy el alta.
-Me alegro. ¿Aún sigue en pie lo de hoy?
-Dejémoslo para otro día, vale?-dije sonriéndole. Ahora vete a casa, no te preocupes por mí.
-¿Estás segura? No me importaría quedarme aquí.
-No, Louis-dije acariciándole la cara.-Ya me cuida Virginia, tu vete a casa.
-Está bien cielo. Cuídate.

Louis se marchó y me quedé a solas con Virginia y el médico, que acababa de entrar.
-¿Belén no?
-Sí. ¿Por qué me he desmayado?
-Un bajón de azúcar. ¿Has desayunado?
-Sí, pero luego....
-Lo ha vomitado-dijo Virginia acabando mi frase.- Mi amiga quería saber si está embarazada o no.

Yo la miré con cara de odio, pero comprendí que lo hacia por mi bien.
-En ese caso, tendríamos que hacerte unas pruebas.
-¿Puedo venir mañana? Prefiero mañana.
-Claro. Mañana a primera hora te quiero ver aquí.

NARRA MARÍA:

Recientemente me había teñido las puntas de morado, para darme un look más atrevido. Era el color preferido de Liam, por eso elegí ese color. Tenía ganas de salir, y me vestí para ir de compras.

En el camino, me encontré a Liam, que me vio por primera vez las mechas.
-¿Esto es por mí?
-Pues claro, ¿por quién iba a ser sino?
-Bésame princesa.

Yo le besé y el me alzó en el aire.
-Te quiero, ¿sabes?
-¿Sabes que yo más no?
-Me gustaría enseñarte un lugar mágico. Está lejos de aquí, a una hora de viaje.
-¿Tan lejos?
-Te encantará, hazme caso.

Cogimos su coche, aparcado unas calles más abajo y me llevó a su lugar mágico. Una hora más tarde llegamos.

Aparcó el coche y salimos de este. Parecía un gran bosque, nada fuera de lo normal aquí en Inglaterra.
-Ven.

Se puso detrás mío y me puso sus manos en los ojos.
-Te quedas así hasta que yo te diga.

Caminamos durante lo que me parecieron horas. Llevaba unos tacones altísimos que me estaban matando.
-Ya hemos llegado-dijo destapándome los ojos.

Me quedé sin palabras, no podía ni respirar. Un precioso bosque morado, a juego con mi pelo. Realmente se merecía el nombre de mágico, debido, sobre todo, a esos coloridos árboles.
-Esto es...
-¿Precioso verdad?
-Sí.
-Cuando era pequeño venía con mi familia a este bosque. Un día me perdí, y acabé aquí, en este bosque. Solo se pone de este color en Noviembre-Diciembre. Los demás meses se pone normal.
Más allá también hay un lago cristalino.
-Te amo-dije saltando sobre él.

No nos hicimos daño al caer, porque un lecho de musgo morado nos amortiguó la caída. Yo no podía parar de besarle, y él no podía parar de besarme a mí. Ya había conseguido quitarme la camisa, y ahora intentaba quitarme la falda.
-Liam, cuando lleguemos a tu casa lo hacemos. Ahora hace mucho frío.
-Tienes razón.

Él me dio un último beso y se abrochó la camisa. Yo cogí la mía, que había lanzado más allá.
-Antes de irnos, ¿te apetece ver el lago?
-Claro.

Dimos una pequeña vuelta y encontramos el lago. Era precioso, y el agua era cristalina. Yo me despisté un momento, y Liam me empujó al agua.

Yo le empujé al agua también y le besé.
-La verdad, tampoco hace tanto frío-dije sonriendo.

sábado, 16 de febrero de 2013

Capítulo 20 - La preparación

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NARRA MARINA:

Habíamos estado hablando Harry y yo de lo de la boda, y sería el 1 de Diciembre. Como ya quedaba solo medio mes, decidí cogerme el sábado 16 para ir a mirar vestidos.

Por fin llego el día, y me arreglé para poder marcharme. En un principio, iba a ir sola, pero las chicas se animaron.
-Venga chicas, que vamos a llegar tarde-dijo Virginia
-Voy, voy- dijo Belén poniéndose el abrigo.
MiriamMaría, nos vamos!-dije yo. -¿Seguro qué Sandra no quería venir?
-No, dice que no le gustan las bodas y que sois muy jóvenes para casaros-dijo Miriam.
-Y no me extraña, tenéis 18 y 19 años. ¿Estás seguros?
-Totalmente Virginia.

(...)

Ya llevábamos un tiempo mirando vestidos, pero en cuánto me probé el décimo, todas coincidimos en que este sería el vestido con el que me casaría.
-Me encanta-dijo Belén.
-Es precioso-dijo Miriam.
-Realmente precioso-dijo Virginia.
-Y te queda tan bien-dijo María.
-Pues creo que este-dije sonriendo.

Era un vestido largo que contaba con bordados y brillantes por la parte de arriba, y una larga cola en la parte inferior del vestido.

Lo pagé y dejé el vestido en la tienda. No quería mancharlo ni estropearlo antes de la boda.

NARRA VIRGINIA:

Ya era 16, y todavía no había hablado con Niall, como le prometí a Zayn. Cuando llegamos a la Universidad, aproveché que Niall estaba solo para acercarme a él.
-¿Podemos hablar?
-Creía que ya no te ibas a dignar a hablarme nunca más. ¿Qué tal todo?
-Bien, bien. ¿Podemos ir a un lugar más tranquilo?
-Claro-me dijo sonriendo.

(...)

No me lo podía creer. ¿Cómo podía ser una persona tan cruel y rastrera? Las lágrimas empezaron a caer de mis mejillas, y lo único que hice fue huir de aquel lugar.

No había salido como estaba previsto, había salido muchísimo peor. Sus palabras me habían hecho mucho daño, demasiado, y no sería capaz de perdonarle.

Me había llamado guarra, zorra, seguidas de un bofetón en la cara.
-Eres un capullo-dije antes de marcharme.

Estaba destrozada. Últimamente nada me salía bien.

NARRA MARÍA:

-¿Estás ya mejor?-dije secando sus lágrimas.
-Gracias por estar conmigo, pero vete con Liam si quieres-me dijo Virginia.
-No, primero las amigas. ¿Damos una vuelta?
-Sí, por favor, necesito despejarme.

(...)

-----En el parque-----

-Mmm, hace frío ee- dije intentando sacarla de sus pensamientos.
-Desde luego. Pero creo que el aire puro me va a venir bien.
-Escúchame,-dije sentándome en el banco-no estés así por un idiota. Déjalo pasar.
-Pero es que no puedo María. Aunque sea pasado, el pasado no se olvida fácilmente.
-No llores Virginia, por favor.

En ese momento, Harry y un amigo se asomaron entre los árboles.
-¿María? ¿Virginia?
-Hola Harry-dije intentando sonreir.

Virginia no dijo nada y Harry se sentó a su lado.
-Zac, lleva a María a la Universidad por favor.
-Esta bien, pero me debes una.

NARRA HARRY:

Estaba hablando con Zac sobre la boda, cuando me encontré a las chicas. Virginia lloraba, y pedí quedarme a solas con ella.
-¿Por qué lloras?-dije destapándole la cara.

Pude ver una marca roja en su cara, y el rímel se había corrido de sus ojos.
-¿Quién te ha hecho esto?-dije con una expresión seria.
-Déjalo Harry, por favor.
-¿Quién ha sido?
-Niall. Pero no le hagas nada, no ha sido su culpa.
-¿Por qué te ha pegado?
-Por Zayn.
-Hoy hablaré con los dos, intentaré que no se maten al verse. Vámonos a la Universidad, necesitas descansar.

NARRA BELÉN:

Estaba en el cine con Louis, viendo su película. No pude remediarlo, y nada más oirles hablar me eché a llorar.

Habían llegado tan lejos, y yo estaba prometida con uno de ellos. Era material para hacer un libro de ensueño.

Cuando acabó, Louis me cogió de la mano y dimos un paseo por el centro comercial. Decenas de paparazzis nos rodeaban, pero a mi eso no me importaba, y a Louis parecía que tampoco. Éramos la pareja ideal, y estaba claro que siempre estaríamos así, juntos.

Mensajes con Virginia^^ - 16/11/13 - 18:46

-¿Cuándo vas a venir por aquí?
-En media hora estoy ahí. ¿Pasa algo?
-Ven lo más rápido posible.
-¿Pero qué pasa?

Ese ultimo mensaje lo leyó, pero no respondió. Debía ser algo muy grave, por lo que convencí a Louis para que me llevara a la Universidad.

NARRA HARRY:

-Estaba mal tío. Muy mal-dijo Niall.
-Pero no deberías haberla llamado eso-dije yo  
-Es que, lo estoy pasando bastante mal ahora. Mi madre está en el hospital.
-¿Qué? ¿Por qué no me lo habías dicho?
-Los médicos piensan que puede ser cáncer, pero aún no se sabe-dijo medio llorando.
-Lo siento mucho tío-dije dándole un abrazo.- ¿Vas a hablar con Virginia?
-Sí, me gustaría solucionar esto.
-Yo iría ya, porque más tarde será peor.
-Ya me voy, y gracias por escucharme.

NARRA VIRGINIA:

Como Harry me había recomendado, estaba intentando dormir, cuando llamaron a la puerta.
-¿Quién?-preguntó Miriam, que en ese momento estaba haciéndome compañía.
-¿Miriam? ¿No me reconoces?

Ella abrió la puerta y saludó a Niall con un abrazo. Miriam salió de la habitación y Niall se quedó en la puerta.
-Venía a pedirte perdón. Lo tuyo con Zayn se me ha juntado con lo de mi madre. Lo siento mucho.
-¿Tu madre?
-Prefiero no hablar de eso. ¿Me perdonas?

Suspiré y le miré a los ojos.
-Claro.
-¿Entonces todo bien?
-Sí. Pero no va a ser como antes. ¿Lo entiendes no?
-Sí. Entonces ya nos vemos. Hasta mañana.
-Adiós.

NARRA MIRIAM:

-Ee-paré a Niall cuando salía de la habitación.
-Ah, hola Miriam. ¿Qué tal con el vestido de Marina?
-Nos lo hemos pasado muy bien, pero, ¿y tú?¿Estás bien?
-Me alegro que hayamos hecho las paces, me comporté como un idiota.
-Niall, no digas eso. ¿Te vas ya a tu habitación?
-No lo sé. No sé como voy a reaccionar con Zayn.
-Tengo una idea, pero es un tanto estúpida. ¿Y si vamos a buscar pisos ahora?
-¿Ahora?
-Sabía que era un tontería.
-Me encantaría-dijo cortándome, a la vez que sonreía.

(...)

-¿Esta te gusta?
-Me encanta, pero mira el precio.
-El precio no es problema. Sí a ti te gusta esta, la compro.
-No va a ser para mí la casa, te tiene que gustar.
-Es que es lo que te iba a pedir, ¿te gustaría compartir casa conmigo?-me miró sonriente, y al ver que no contestaba, me volvió a hablar- Será como ser compañeros de piso.
-Pero...
-¿Qué, lo intentamos?

Yo sonreí y le abracé. Cada vez estaba más cerca de poder tener algo con él y no iba a desperdiciar ninguna oportunidad.
-¿Y mis padres?
-Habla con ellos, diles que solo somos amigos.

Y fue ahí cuando se me rompió el corazón en mil pedazos. Cuando mi sonrisa radiante se desvaneció como la nada. 'Solo somos amigos'. Tres palabras, solo tres, pero fueron las suficientes para echarme para atrás.
-No es una buena idea-dije seria.
-¿Qué? ¡Pero si hace un minuto si querías!
-Cambio mucho de opinión.
-Venga será divertido.
-Vale, pero no se si deberíamos.

NARRA SANDRA:

No me apetecía ir a buscar un vestido, prefería quedarme en la Universidad escuchando música. Me iba a pasar a duchar cuando llamaron a mi puerta. Yo iba semidesnuda, pero antes de poder decir nada Austin entró en mi habitación.
-Sandra te...Perdona no sabía que estabas desnuda-dijo dándose la vuelta.
-¡Austin! ¡No mires!
-¡No estoy mirando!

Me puse lo primero que encontré: una chaqueta de lana y unos shorts.
-No tiene gracia Austin, se llama antes de entrar.
-He llamado...
-¿Y no podías esperar a qué te dijera que pasases?
-No sabía que estabas desnuda.
-No estaba desnuda, iba en ropa interior.
-Bueno, bueno, que se nos pone chula.
-Cállate. ¿Qué querías?
-Pues no lo sé, ya no me acuerdo.
-Pues vete de aquí, y cuando te acuerdes vuelves. Y te esperas en la puerta hasta que te diga que pases.
-Quiero besarte.
-¿Qué?
-Que quiero besarte. ¿Puedo?
-¡Por supuesto que no! Vete ya-dije arrastrándole hacia la puerta.

Justo antes de salir, se dio la vuelta y me besó.
-Un buen beso, si señor.

Salió por la puerta y pude oír sus pasos, cada vez peor. Me senté a los pies de la puerta y sonreí. Me había dejado sin palabras.


sábado, 9 de febrero de 2013

Capítulo 19- El día de Belén

NARRA BELÉN:

Y por fin cumplía 18. Unos 18 que me supieron muy bien, ya que estaba prometida con Louis. Nada más despertarme me vestí y me puse una coleta. Desperté a las chicas, que me felicitaron con un abrazo de parte de cada una y me cantaron el 'Cumpleaños feliz'. Eran unas payasas, pero las quería con locura.

Mientras ellas se vestían (Virginia y Marina) llamaron a mi puerta. Yo abrí, y alguien me envolvió en un cálido abrazo, Louis.
-Felicidades princesa-dijo dándome un beso.
-¡Felicidades!-gritaron los demás por detrás.
-Gracias chicos-dije con un abrazo.
-¿Preparada para pasar el mejor día de tu vida?-me preguntó Louis.
-El mejor día de mi vida será cuando tu y yo nos casemos-dije enseñandole el anillo.

Él me sonrió y me cogió de la mano. Teníamos clase dentro de media hora y no habíamos desayunado, por lo que nos dimos prisa, dejando a los demás atrás.

NARRA VIRGINIA:

No sabía que hacer. Había oído la voz de Zayn diciendo "Felicidades" a Belén, y por lo tanto, él estaba allí. No tenía ni idea de como iba a reaccionar él, pero menos de como iba a reaccionar yo. No habíamos hablado desde la noche del domingo, y tenía que confesar, que estaba muy nerviosa, tanto, que me escondí debajo de la cama.

Marina que vio mi gesto, me miró desconcertada.
-¿Qué haces?-me dijo susurrando.
-Di que me he ido a desayunar.

Ella me volvió a mirar y después se giró a ver a Harry, que la tenía cogida por detrás.

NARRA MARINA:

-Harry-dije con un beso.
-¿A qué mirabas?-dijo intentando ver por encima de mi hombro.
-Nada nada, cosas mías-dije moviéndole para que no pudiera verla.- ¿Nos vamos ya?
-Sí, claro.

Me iba a dar la mano, pero Niall lo cogió por detrás y se lo llevó. Liam se puso a mi lado y me dedicó una bonita sonrisa.
-¿Es qué ya no saludas a tu mejor amigo?
-No, eso ya no se lleva-dije riendo.- Creo que tenemos que hablar de un par de cosas.
-En el recreo hablamos.

Liam se fue con los chicos y yo me quedé sola, hasta que se acercó Zayn.
-Hola Marina, ¿has visto a Virginia?-me preguntó preocupado.
-Se fue a desayunar hace un rato, estará en la cafetería supongo.
-Vale, gracias. Es que la última vez que hablamos, fue en una situación un poco rara.
-¿Ah si? No tenía ni idea-finjí.
-¿Ella tampoco os ha dicho nada?
-No-dije, aunque dudé un poco al responder.

Zayn era un buen chico y merecía saber la verdad, pero Virginia era mi amiga, y entendía todo lo que debería estar pasando.

(...)

---En clase---

Ví a Virginia sentada en primera fila, había un solo hueco a su lado, y me senté en él.
-¿Está aquí?-me preguntó ella.
-No, aún no ha venido. ¿Has desayunado?
-Qué va, y tengo un hambre.
-Te puedes desmayar, anda, tómate estas magdalenas que tengo aquí.

Saqué una bolsa y se la di. Ella se las comió rápidamente.
-Gracias tía-dijo en el momento en el que entró la profesora a la clase.

(...)

Por fin pasaron las 3 primeras horas y llegó el recreo. Como le prometí, fui a hablar con Liam.

Estuvimos hablando de lo que pasó con María, y yo le conté lo de Zayn y Virginia.
-¿Zayn y Virginia? ¿En serio?
-Pues sí.
-Madre mía. Pero, ¿no acababa de terminar con Niall?
-Sí, pero no digas nada. Zayn también se aprovechó de ella.
-Vale, dejemos este tema.

NARRA BELÉN:

Por la tarde teníamos una cena en un restaurante bastante caro lejos de la ciudad.. A penas quedaban unas horas para que la limusina viniera a recogernos, por lo que nos comenzamos a preparar.

Mi vestido era precioso. Me lo había comprado por internet hace unos días, ya que no iba a repetir vestido de otras veces. También me hice un recogido especial para la ocasión. Iba muy guapa.

Virginia optó por un vestido rosa precioso, y Marina, por uno rojo que le quedaba genial.

Miriam y Maria se acercaron a nuestra habitación sobre las 18.45, a la hora que venía la limusina. Los chicos esperarían dentro de esta hasta que nosotras bajáramos.

Por fin Louis me llamó para que nos fuésemos. Bajamos las escaleras y entramos en la limusina.

(...)

NARRA VIRGINIA:

Estábamos los 10 en la limusina, de vuelta a la Universidad, y yo intentaba evitar a Zayn. Estaba realmente cortado con él, pero es que estaba realmente asustada.

Cuando llegamos, nos despedimos de los chicos, pero Zayn me paró. Marina y Belén ya habían entrado en la habitación, pero en ningún momento salieron a buscarme.
-¿Podemos hablar?
-Zayn, tengo sueño, ¿no puede ser mañana?
-No, ahora. ¿Qué te pasa conmigo?

Yo bajé la cabeza y suspiré.
-No lo sé Zayn, no se lo que me pasa.
-Pues yo tampoco. No tienes porque estar rara conmigo. En mi casa pasó lo que tuvo que pasar.
-Pero es que no hace ni una semana que estaba de la mano con Niall.
-Ya hablaré yo con él, pero por favor, no me ignores, lo odio.

De nuevo suspiré. No me apetecía empezar ahora una relación con Zayn, no porque no le quisiera, sino porque no quería hacer daño a Niall, y porque aún estaba dolida por la ruptura.
-Déjalo, ya hablaré yo. Buenas noches.
-Buenas noches Virginia.

Zayn había intentado arreglar las cosas, pero yo cada vez estaba más insegura. ¿Qué que me pasaba? Pues seguramente que, ni Zayn ni yo queríamos enamorarnos, pero yo estaba cayendo en la tentación.