domingo, 17 de febrero de 2013

Capítulo 21 - Unusual

NARRA BELÉN:

Cada vez me sentía peor. Me dolía la tripa y casi siempre tenía ganas de vomitar. Este mes no había tenido la regla, pero no había preocupado ya que había algunos meses que no me bajaba.

Entonces empecé con mis peores sospechas. No podía estar embarazada, hace un meses me hice el test y dio negativo. Tendría algún virus, seguramente fuera eso.

De todas formas, tenía que ir al médico, y lo más importante, llamar a Louis. Cogí mi móvil y marqué.
-¿Louis?
-Dime cielo.
-¿Podemos quedar hoy?
-Claro. Conozco un restaurante muy bonito. Está un poco lejos, pero merece la pena.
-A las 7 pásame a buscar.
-Hasta luego princesa.

Tenía que reconocer que estaba de los nervios. Mi pequeño 'problema' solo lo conocían Virginia y Marina, pero es que con ellas era más fácil hablar.

Me apetecía dar una vuelta, por lo que me vestí y me ricé el pelo. Virginia también se vino, pero Marina prefirió quedarse en casa.

(...)

-¿Y cuándo piensas decírselo a Louis?
-Hoy hemos quedado para ir a cenar, supongo que hoy se lo diré.
-¿Y no sería mejor comprobarlo antes de decírselo?
-Eso ya lo hice la anterior vez, y no me pareció justo.
-Bueno haz lo que te plazca.

Seguíamos andando por el parque, cuando me dieron unos pinchazos en la tripa. Yo me encogí sobre mi misma y me paré en seco.
-¡Belén! ¿Estás bien?
-Me estoy mareando-dije antes de desmayarme.

(...)

Poco a poco abrí los ojos, y me vi en una habitación blanca, tumbada sobre una camilla. Nada más despertarme, Virginia se acercó a mí y me contó lo sucedido.
-Louis está en camino. He llamado a tus padres, pero ya les he tranquilizado.
-¿Y por qué me he desmayado?
-No tengo ni idea, el médico te tiene que hacer pruebas.
-¿Pruebas? ¿Para qué? Solo ha sido un simple desmayo.
-Piensa, ¿por qué te has desmayado?
-No creo que sea del embarazo, si lo dices por eso.

Louis apareció por la puerta con un ramo de rosas naranjas, mi color favorito, y me dio un beso en la frente. Yo hice un amago de levantarme, pero el me frenó.
-No conviene que te levantes. ¿Qué ha pasado?
-Un simple desmayo. El médico me da hoy el alta.
-Me alegro. ¿Aún sigue en pie lo de hoy?
-Dejémoslo para otro día, vale?-dije sonriéndole. Ahora vete a casa, no te preocupes por mí.
-¿Estás segura? No me importaría quedarme aquí.
-No, Louis-dije acariciándole la cara.-Ya me cuida Virginia, tu vete a casa.
-Está bien cielo. Cuídate.

Louis se marchó y me quedé a solas con Virginia y el médico, que acababa de entrar.
-¿Belén no?
-Sí. ¿Por qué me he desmayado?
-Un bajón de azúcar. ¿Has desayunado?
-Sí, pero luego....
-Lo ha vomitado-dijo Virginia acabando mi frase.- Mi amiga quería saber si está embarazada o no.

Yo la miré con cara de odio, pero comprendí que lo hacia por mi bien.
-En ese caso, tendríamos que hacerte unas pruebas.
-¿Puedo venir mañana? Prefiero mañana.
-Claro. Mañana a primera hora te quiero ver aquí.

NARRA MARÍA:

Recientemente me había teñido las puntas de morado, para darme un look más atrevido. Era el color preferido de Liam, por eso elegí ese color. Tenía ganas de salir, y me vestí para ir de compras.

En el camino, me encontré a Liam, que me vio por primera vez las mechas.
-¿Esto es por mí?
-Pues claro, ¿por quién iba a ser sino?
-Bésame princesa.

Yo le besé y el me alzó en el aire.
-Te quiero, ¿sabes?
-¿Sabes que yo más no?
-Me gustaría enseñarte un lugar mágico. Está lejos de aquí, a una hora de viaje.
-¿Tan lejos?
-Te encantará, hazme caso.

Cogimos su coche, aparcado unas calles más abajo y me llevó a su lugar mágico. Una hora más tarde llegamos.

Aparcó el coche y salimos de este. Parecía un gran bosque, nada fuera de lo normal aquí en Inglaterra.
-Ven.

Se puso detrás mío y me puso sus manos en los ojos.
-Te quedas así hasta que yo te diga.

Caminamos durante lo que me parecieron horas. Llevaba unos tacones altísimos que me estaban matando.
-Ya hemos llegado-dijo destapándome los ojos.

Me quedé sin palabras, no podía ni respirar. Un precioso bosque morado, a juego con mi pelo. Realmente se merecía el nombre de mágico, debido, sobre todo, a esos coloridos árboles.
-Esto es...
-¿Precioso verdad?
-Sí.
-Cuando era pequeño venía con mi familia a este bosque. Un día me perdí, y acabé aquí, en este bosque. Solo se pone de este color en Noviembre-Diciembre. Los demás meses se pone normal.
Más allá también hay un lago cristalino.
-Te amo-dije saltando sobre él.

No nos hicimos daño al caer, porque un lecho de musgo morado nos amortiguó la caída. Yo no podía parar de besarle, y él no podía parar de besarme a mí. Ya había conseguido quitarme la camisa, y ahora intentaba quitarme la falda.
-Liam, cuando lleguemos a tu casa lo hacemos. Ahora hace mucho frío.
-Tienes razón.

Él me dio un último beso y se abrochó la camisa. Yo cogí la mía, que había lanzado más allá.
-Antes de irnos, ¿te apetece ver el lago?
-Claro.

Dimos una pequeña vuelta y encontramos el lago. Era precioso, y el agua era cristalina. Yo me despisté un momento, y Liam me empujó al agua.

Yo le empujé al agua también y le besé.
-La verdad, tampoco hace tanto frío-dije sonriendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario