domingo, 14 de abril de 2013

Capítulo 24-This.

NARRA VIRGINIA:

¿Qué estaba haciendo yo en casa de Zayn? Entonces intenté recordar sobre lo ocurrido la pasada noche, pero el dolor terrible de cabeza no me dejaba pensar. Estaba indudablemente en su cama, pero no había indicios de que hubiera pasado algo. Entonces vi a Zayn asomándose a la habitación y yo me hice la dormida.
-¿Aún duerme?-le oí decir.

Se acercó a mi y se echó a reír.
-Sí, aún duerme.
-Déjala dormir, es pronto.

¿Quién narices era la que estaba con Zayn? Era una chica seguro, ¿pero quién? Abrí un ojo un poco, y pude ver a una morena saliendo de la habitación.

Me levanté de la cama y miré el reloj: las 12:34. 'Sí, muy pronto'-pensé. No llevaba la falda, supuse que Zayn me la habría quitado para que durmiera mejor. Eché un vistazo a la habitación y encontré mi falda extendida en una silla. Me la puse y me hice un moño desecho.

Salí de la habitación y bajé las escaleras, guiada por el sonido de sus voces. Entré en la cocina y me senté en un banqueto.
-Buenos días Virginia. Esta es Jane.
-Encantada-dijo ella tendiéndome la mano. Era una chica muy guapa de ojos verde intenso, que vestía muy bien.
-Igualmente-dije con una media sonrisa.
-Bueno Zayn, me voy ya a casa.
-¿No te quedas a comer?
-No, tengo que ayudar a mi padre. Ya nos vemos.

Los dos se dieron un abrazo y Jane se despidió de mi con una sonrisa.
-¿Quién es?
-Una vieja amiga.
-Vale-dije enfadada, aunque no tenía motivos para estarlo. Zayn no era mi novio, pero estábamos a poquito de serlo.
-No estés enfadada, tu eres la única.
-¿Ahora te gusto?
-Siempre me has gustado, pero lo escondía. Tenía miedo.
-¿Miedo a qué?
-A que me rechazaras.
-¿Me estás pidiendo que sea tu novia?
-Podría ser. ¿Qué dices?
-Que creo que vamos a hacer la pareja más bonita de este mundo-dije abrazándolo.

Él me sonrió y yo le besé. Zaynia, nuestra pareja.

NARRA MARINA:

-¿Y si hacemos un viaje antes de casarnos?-propuso Harry mientras hacía el zumo de naranja.
-¿A dónde me llevarías?
-A Tailandia.
-He oído que es precioso.
-Mis padres fueron, y dicen que les encantó.
-Entonces que, ¿lo hacemos? ¿Nos vamos a Tailandia?
-Por supuesto.

Después de desayunar, Harry me llevó a la Universidad para que me pudiera cambiar de ropa.
-Vamos ya-dije montándome en su nuevo audi.

Llegamos a una calle bastante llena de gente y aparcamos en una plaza privada. Salimos del coche y Harry me cogió de la mano.

Después de un rato aguantando a directioners que querían fotos entramos en una tienda de viajes. Harry hablo con un tal Max y pagó todo el viaje. Una semana en una ciudad desconocida, alejados del mundo.
-Te quiero mucho, en serio-dije sonriéndole.

Salimos de la tienda, y de nuevo una oleada de fans vino a hacernos fotos. Nosotros nos metimos en una heladería y el chico que llevaba el local, que conocía a Harry, cerró las puertas.
-No tienes por qué Justin, no nos molestarán mucho más.
-No tio, ahora que no está mi padre al mando, puedo hacer lo que quiera con la heladería. Bueno, ¿quién es tu amiga?
-Es Marina. Marina, este es Justin.
-¿Es esta tu prometida?
-Así es, ¿es preciosa verdad?
-Sí que lo es-dijo dándome la mano. Encantado Marina, un placer conocerte.

Yo le enseñé una sonrisa sincera y nos tomó nota. Un helado grande de chocolate con muchos toppings de colores por encima para los dos.
-Entonces, ¿estás contenta por lo de la boda?
-Sí, no podría estar mejor, pero aún tengo que hablar con mis padres.
-¿Aún no se lo has dicho?
-No, ¿tu si?
-Sí, creía que ya habías hablado.
-Pues no, hoy los llamo.
-Más te vale enana, no quiero casarme sin que tus padres lo sepan.

Harry se acercó a mi y me dio un beso.
-Siempre, ¿vale?
-Claro-dije volviéndole a besar.

NARRA MARIA:

Pues nunca cambiaría a Liam por nada en este mundo. Toda la semana había estado muy enferma, y el había estado cuidándome y trayéndome rosas y leyéndome cuentos para que no pensara en mi gripe. Ya era sábado, y ya estaba bastante mejor con respecto a la semana pasada.

Estaba en la cama de mi habitación cuando me llamaron al móvil.
-¿Diga?
-Hola cielo.
-Hola, Liam, ¿qué pasa?
-¿Es que ahora tengo que tener un motivo para llamar a mi novia?
-Deberías, aunque solo fuera para decirme 'Buenos días'.
-No, eso ya lo hago personalmente.

Liam dejo comunicar la llamada y seguidamente llamaron a mi puerta. Yo deje que entrara y vi a Liam con una caja de bombones y una radiante sonrisa.
-Buenos días princesa-dijo dándome un beso en la frente.
-A esto me refería, pero no hacían falta los bombones, de verdad.
-Aún estoy a tiempo de devolverlos-dijo riendo.
-No, creo que los disfrutaremos.
-¿Y dónde quieres disfrutarlos?
-En un sitio en el que estemos a solas.
-Pues conozco un parque que te va a encantar.

Liam me dio un tiempo para vestirme y cuando terminé, salimos de la Universidad en busca del parque.

Caminamos unas cuántas calles hacia arriba, y luego otras pocas hacia abajo. Por fin llegamos al parque, llamado Bridgesty Park. Era el típico parque inglés abarrotado de gente con perros, montando en bici o volando cometas.
-Es precioso.
-¿De verdad te gusta?
-Me encanta.
-Pues aún no has visto el viejo sauce.

Liam me agarró de la mano y me guió hasta un gran y retorcido árbol cuyas hojas estaban para abajo.
-Aquí es.

Yo me acerqué al sauce y comencé a dar vueltas alrededor de él. Elegí un recoveco del árbol para sentarme e invité a Liam a imitar mi acción.
-¿Los abrimos ya?

Poco a poco, desenvolví la caja de bombones y quité la tapa. Primero cogí uno de chocolate negro que por dentro tenía frambuesa. Luego, Liam, cogió uno de chocolate blanco con naranja confitada por encima. Así fuimos cogiendo los 40 bombones que había en la caja, casi sin darnos cuenta de que había empezado a nevar.
-Mira María.

Miré la dirección del dedo de Liam, y en efecto pude ver que el suelo estaba cubierto de una leve capa de nieve.
-Esto es precioso.
-Vamos a pasar las mejores navidades del mundo.
-Eso no lo dudes-dije antes de besarle.

NARRA MIRIAM:

Mi relación con Niall parecía haberse estancado en un bache, porque ni avanzaba ni retrocedía, tan solo estábamos en el punto de 'más que amigos pero menos que novios'.

Alcancé mi móvil en el momento en el que 'Back for you' empezó a sonar.
-¿Sí?
-¿Qué tal Miri? Soy Niall
-Ah, hola Niall, ¿qué pasa?
-¿Te apetece hacer algo que no hayas hecho nunca?
-¿Y esto?
-¿Quieres o no?
-Venga, de todos modos algún día me tendría que morir.
-Paso a recogerte en media hora-dijo después de una carcajada.-Ponte algo cómodo.
-Estaré esperándote.

Me pasé al baño y me vestí, haciéndome un moño alto como peinado. Me di un poco de maquillaje: rímel y gloss rosa.

A la media hora exacta, vino Niall a recogerme.
-¿Preparada?
-¿Para morir? Sí es a tu lado sí.

Nada más decir eso, me di cuenta del error que acababa de cometer. Niall, que me había tendido el brazo, lo bajó rápidamente y me miró extrañado.
-¿Qué?
-Nada, nada. ¿Nos vamos?
-No, ¿que te pasa por la cabeza?

Niall se sentó en la cama y yo me senté junto a él.
-Me gustas Niall, me gustas mucho. Antes de que diga nada, no quiero que este perjudique a nuestra amistad, no quiero estar sin ti-dije empezando a llorar.
-Ee, pequeña, yo siempre estaré contigo-dijo pasándome el brazo por los hombros.- Podemos intentarlo.

Yo levanté la vista y le miré a sus ojos. Unos ojos azules que harían enamorarse a cualquier chica. No entiendo como Virginia pudo cortar con él.
-¿Lo dices de verdad?
-Sí, eres guapa, lista y tienes una gran personalidad.
-Entonces intentémoslo-dije besándole.
-¿Nos quedamos aquí?
-Sería perfecto, créeme.

Me tumbe en la cama y Niall hizo lo mismo, abrazándome.
-Gracias-dije sonriendo.
-¿Por qué?
-Por hacerme feliz-dije apretándome a él.

NARRA SANDRA:

-¿Pues quedar hoy?
-Hoy no Austin, tengo la boda de mi prima.
-¿Y te vas a ir a España?
-No, la celebra aquí en Londres.
-Está bien. ¿Quieres que te lleve?
-Vale. Si quieres vente, así no me aburriré tanto.
-¿En serio? Pues voy a vestirme, tengo un esmoquin perfecto.

Colgué el móvil y me metí en el baño para vestirme. Cuando Austin llegó yo estaba aún cambiándome.
-¿Sandra?
-Estoy vistiéndome, pero estoy feísima.
-Que va, seguro que estas preciosa.

Salí del baño con mi vestido azul y Austin esbozó una sonrisa.
-Ves, lo que te decía, preciosa.
-Déjate de tonterías y vámonos ya.

Cogí una chaqueta blanca que había sobre la silla y me cogí del brazo de Austin. Salimos de la Universidad y Austin me enseñó su bonita moto.
-¿No me llevarás en eso no?
-Por supuesto que sí, no tengo coche.
-Oh no, yo me cojo el autobús.
-Venga San, no seas miedosa, yo te protegeré.

Austin se montó en la moto y me tendió la mano para que hiciera lo mismo. Yo me senté en el sillín de atrás y me agarré a su cintura.
-Me vas a ahogar, relájate.

Yo afloje un poco la fuerza de mi abrazo, pero cuando Austin arrancó la moto volví a agarrarle muy fuerte.
-Está bien.

Entonces me sentí bien. Me sentí libre, me sentí enamorada, pero mas que de él, de la situación. Conducíamos por una carretera sin apenas coches y llena de árboles sin hojas. La nieve había empezado a caer, lo que agradaba aún más mi estado.
-¿Vas bien ahí atrás?
-Mejor que nunca-dije con una sonrisa.

(...)

-¿Bailas?-me preguntó Austin con una sonrisita.
-Me encantaría.

Bailamos durante un rato como dos tontos, hasta que llegó el momento de bailar 'Shape of my heart' de Sting. Yo le agarré el cuello y apoyé mi cabeza en su hombro, mientras él me cogía de la cintura. Justo antes de que acabara la canción, Austin me susurró al oído:
-Que sepas que aún te quiero.

Yo le miré y pude ver su sonrisa.
-¿A pesar de todo?
-A pesar de todo.

Entonces quitó sus manos de mi cintura, me cogió de la barbilla y me besó.

NARRA BELÉN:

Ya eran las 20:46 de la tarde cuando Louis llamó a mi puerta.
-Princesa, ¿te vienes a ver Londres de noche?
-¿Ahora?
-¿Cuando si no? Vístete, yo te espero aquí.

Me metí en el baño después de coger la ropa y me vestí, dejándome el pelo suelto.
-Vámonos.

El sitio al que íbamos no estaba muy lejos, por lo que fuimos andando. Louis me cogió de la mano y yo me apoyé en su hombro.

Cuando llegamos, Louis pagó los tickets y nos montamos en la noria. The London Eye.

Desde aquí se veía todo Londres, que de noche, tenía aún más atracción. Las luces iluminaban los caminos, y solamente había un par de parejas caminando por ellos.

Cuando estábamos en el punto más alto, Louis me abrazó por detrás y me acarició la barriga.
-A nuestro hijo le va a encantar Londres-dijo sonriendo.
-¿Qué quieres que sea, niña o niño?
-Me da igual, con que seas tu la madre me sirve.

Me di la vuelta y le di un beso.
-Si es niña, Alice, y si es niño, Diego. ¿Quieres?
-Claro, son nombres preciosos.

Luego, nos sentamos a ver las maravillosas vistas mientras hablábamos del hijo que íbamos a tener.

(...)

-Hoy es noche de estrellas.
-Mira, esa, la que brilla tanto, esa es mi estrella.
-Es tan bonita como tú Belén.
-Oh, gracias-dije sonriendo.-¿Tu no tienes estrella?
-¿Para que iba a necesitar una, si ya te tengo a ti?

De nuevo sonreí, y esta vez me tiré sobre él. Una vez que me volví a tumbar en el césped del parque, nos fijamos en que había estrellas fugaces.
-Hoy es nuestro día de suerte. Pide un deseo.
-Hecho-dije tras un tiempo meditando.
-¿Qué has pedido?
-Si lo cuento, no se cumple, y desearía que se cumpliera.

Y es que, lo que había pedido, era una vida junto a Louis, nada más que eso.



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